viernes, 22 de junio de 2012

Ejercicios de Historia Medieval (III)




Conteste, en dos caras, las causas, desarrollo y consecuencias de la participación de los reinos hispánicos en la guerra de los cien años. 

La Guerra de los Cien años fue un prolongado conflicto armado que enfrentó desde principios del siglo XIV hasta mediados del siglo XV a Francia e Inglaterra. El periodo bélico no fue continuo ya que existieron números momentos de treguas y precarios tratados de paz. Tampoco todas las acciones militares de desarrollaron sobre tierras francesas. La península Ibérica (reinos hispánicos y Portugal) intervino de forma colateral en la guerra de los Cien Años.
Tras la paz de Brétigny, el rey francés Carlos V, buscó el apoyo de la flota castellana para poder hacer frente a los ingleses y la situación política castellana le brindó una oportunidad. Pedro I de Castilla (sucesor de Alfonso XI) se enfrentó desde su coronación a la nobleza castellana la cual apoyó a su hermano bastardo Enrique de Trastámara. Enrique buscó apoyo en Francia y Carlos V le envió un ejército de mercenarios (routiers) que en ese momento no necesitaba (paz de Brétigny). Las tropas de Enrique consiguieron expulsar a Pedro I, que se refugió en Guyena, y el Trastámara se proclamó rey (1366). Pedro I obtuvo ayuda de Inglaterra  a cambio de concederle al gobernador de Guyuena, el Príncipe Negro, el señorío de Vizcaya y en 1367 obtuvo una rotunda victoria sobre las tropas castellanas y francesas en la batalla de Nájera. Repuesto en el trono, Pedro I se negó a cumplir su parte del pacto por lo que los ingleses abandonaron la península. Sin el respaldo inglés fue derrotado por tropas francesas en apoyo de Enrique II (Trastámara) en la batalla de Montiel en 1369. En la misma batalla Enrique asesinó con sus propias manos a Pedro poniendo punto y final a la guerra civil castellana. Una vez repuesto definitivamente en el trono de Castilla, Enrique II fue un gran aliado de Carlos V. El Valois pudo así acosar a la flota inglesa en el Cantábrico y el Canal de la Mancha.
En poco tiempo la alianza franco-castellana comenzó a dar sus frutos. En 1372 una flota inglesa fue derrotada por galeras castellanas, cerca de La Rochelle. Numerosos soldados ingleses fueron llevados como prisioneros a Castilla. Ante los sucesivos fracasos de los ingleses, la guerra empezaba a decantarse hacia el bando francés. En cuanto a la fase ibérica del conflicto parecía que terminaba con el fin de la guerra civil castellana pero no fue así.
El estallido de la guerra de sucesión portuguesa a la muerte del rey Fernando I en 1383 propició un cambio en las relaciones de fuerza internacionales.  Tras la muerte sin descendencia masculina de Fernando I de Portugal, el sucesor de Enrique II, Juan I de Castilla, casado con una hija del difunto rey luso, se dispuso a ser coronado rey de Portugal. Sin embargo, los portugueses preferían a un bastardo de la familia real portuguesa, Juan, maestre de la Orden de Avís.  Las cortes portuguesas consagraron como rey al de Avís, que se apresuró a solicitar ayuda del duque de Lancaster, Juan de Gante, regente en Inglaterra de su sobrino Ricardo II.
En 1385, las tropas de Juan I de Castilla se enfrentaron a las de Juan I de Portugal en el campo de Aljubarrota, donde las fuerzas lusitanas y los auxiliares ingleses aniquilaron a la caballería castellana. En estas circunstancias, Juan de Gante, casado con una hija de Pedro I, reivindicó el trono castellano y en julio de 1386 desembarcó en Galicia con un gran ejército. Juan I de Castilla obtuvo entonces ayuda de Francia y consiguió detener a las tropas lusos-inglesas antes de que penetrasen en la meseta. El agotamiento general de ambos ejércitos forzó a los contendientes a unas negociaciones globales (treguas de Bayona) por las que Juan de Gante renunciaba a la corona castellana a cambio de una indemnización y del matrimonio de su hija con el heredero castellano, el futuro Enrique III. Los acuerdos de Bayona iniciaron un largo período de tranquilidad e inauguraron un nuevo equilibrio de fuerzas. La Guerra de los Cien Años abandonaba la península Ibérica.
Las consecuencias de la participación de los reinos hispánicos fueron varias. La guerra de los Cien Años atravesaba un periodo de frágiles treguas por lo que los mercenarios franceses estaban ociosos al no tener ninguna ocupación. Era urgente darles ‘trabajo’ por lo que Carlos V pensó en llevarlos fuera de su territorio y apoyar las pretensiones al trono de castilla de Enrique. Una vez conseguido el objetivo Carlos podría disponer de la flota castellana para contrarrestar el poderío naval inglés.


Elija cinco conceptos que tengan que ver con la economía y sociedad en la baja edad media y explíquelos en dos líneas cada uno.
  • Estanflación: Recesión que se produce cuando hay un alza de los precios, un aumento del desem-pleo y un estancamiento económico de forma simultánea (es lo que sucedió en el siglo XIV).
  • Letra de cambio: Instrumento financiero que permite transmitir dinero de un lugar a otro y en monedas distintas. Se evita que el dinero en metálico se desplace materialmente agilizándose las transacciones financieras.
  • Hansa: Federación de ciudades comerciales del norte de Alemania que prácticamente monopolizaron el comercio marítimo en el Báltico y en el mar del Norte hasta el siglo XV.
  • Putting Out System: Práctica artesanal en el campo textil fuera del ámbito gremial por la que un patrono contrataba directamente a un asalariado y se encargaba de controlar y supervisar todo el proceso productivo.
  • Tercer Estado: Parte de la sociedad bajomedieval distinta de la nobiliaria y de la clerical. Se refiere a la sociedad urbana que incluye la burguesía y a la sociedad rural.

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