martes, 10 de diciembre de 2013

De Bárcino a Barcelona. Antes de Bárcino


Antes de Bárcino.

Antes de que el emperador Augusto fundara Barcelona como una colonia para los veteranos del ejército, varios poblados iberos estaban instalados en el Llano de Barcelona y la montaña de Montjuïc. Vamos a descubrir como vivían.


1. En tierra de los Layetanos:

La ciudad de Barcelona fue fundada por los romanos, que vinieron a la península a raíz de las maniobras del general cartaginés Aníbal Barca, que históricamente se conocen como guerras púnicas. Pero no se puede decir que antes no hubiera nada de nada en el llano de Barcelona ; más bien al contrario. En épocas prehistóricas ya hubo diferentes tipos de asentamientos y poblados neolíticos en la zona y sus alrededores (una muestra son las minas prehistóricas de Gavà) y, cuando los romanos vinieron a luchar contra los cartagineses, ya hacía tiempo que los griegos se habían instalado en el territorio que llamaban Iberia, en referencia a los pueblos que allí habitaban desde el siglo VI a. C. Hay que tener en cuenta que los iberos no eran un pueblo homogéneo, sino más bien un conjunto de diferentes etnias que tenían una cultura y una lengua común. Por eso, y si hacemos caso del tercer volumen de la Geographiká de Estrabón, entre los pueblos instalados en el actual territorio catalán había cosetanos, indigetes, ilergetes y layetanos. Nos interesan los últimos, ya que ocupaban el llano de Barcelona, El Maresme hasta la desembocadura del Tordera y una parte de El Vallès (quizás también Montserrat y el Montseny).


2. La misteriosa ciudad de Montjuïc:

Aunque se ha especulado sobre la existencia de una ciudad cercana a Montjuïc que se habría llamado Laie (de aquí el nombre de layetanos), no hay indicios que lo confirmen. En Montjuïc se ha localizado un campo de silos y los restos de un poblado ibero, y algunos estudiosos han hablado de la coexistencia de las dos ciudades (la ibera y la romana, durante bastante tiempo como para que fuera decayendo una y consolidándose la otra), pero lo único seguro es que el llano de Barcelona tenía una población ibera relativamente densa, con 18 poblados, entre los cuales estaba la colina de Can Boscà y el santuario de Mont Aguilar, el Puig Castellar, el Turó de la Rovira, Ca n'Oliver, Can Fatjó y Penya del Moro eran las más cercanas al núcleo fundacional de Barcelona. Estos poblados estaban ubicados estratégicamente en lugares elevados para defenderse mejor, y cerca de las rutas más frecuentadas. Los habitantes se dedicaban a la agricultura y la ganadería. Cultivaban, sobre todo, cereales, pero también olivos y viñas, y mantenían un comercio activo de estos productos (actividad que dio lugar a la primera vía de comunicación que recorrió la costa mediterránea: la Vía Heraklea o camino de Aníbal, que después se convirtió en la Vía Augusta). Trabajaban el bronce y el hierro, fabricaban vasijas de cerámica y tejían lana y lino.



3. Una sociedad de guerreros:

Era una sociedad jerarquizada y guerrera. En la cumbre se situaba la aristocracia guerrera, ya que no era difícil que un guerrero valiente ascendiera en la escala social hasta posiciones de privilegio. Había damas sacerdotisas que asumían personificaciones divinas, guerreros mercenarios, comerciantes con alta posición social, artesanos y campesinos. Por sexos, la mujer se convertía en el reflejo de las diosas en la tierra y al hombre se le asignaba el poder político y el arte de las armas. Esta división se veía reflejada en el arte ibero, poblado de figuras idealizadas de guerreros, jinetes, cazadores y damas enjoyadas. Además, que no tuvieran nada que decir en el mundo de la política no significaba que las mujeres iberas fueran simples modelos de joyería fina: si volvemos a creer al griego Estrabón, eran las únicas herederas y podían escoger a las mujeres de sus hijos.


4. Cita destacada:

Algunos eruditos, cuando se preguntaban por los orígenes de Barcelona y su fundación, lanzaron una golosa teoría: igual que Cartagena (Qart Hadashat, en lengua púnica; Cartago Nova, en latín), Barcelona habría sido fundada por algún miembro de la familia cartaginesa de los Barca, probablemente por Aníbal, con el nombre de Barca Nova. No obstante, estudios posteriores lo descartaron, la ciudad fue fundada por los romanos con el larguísimo nombre de Colonia Julia Augusta Faventia Paterna Barcino.

¿De dónde provenía este Barcino? A estas alturas todavía se especula, pero no parece que tenga nada que ver ni con los Barca ni con Aníbal. Porque, si bien el general cartaginés pasó por tierras catalanas en su marcha hacia Roma, los estudios actuales indican que no se acercó al llano de Barcelona. Bosch Gimpera, a partir del análisis de los textos antiguos y de las tribus iberas que Aníbal derrotó a lo largo del viaje, propone el siguiente itinerario: una vez conquistada Sagunto, habría subido por el camino de la costa hasta Tarragona y de allí hacia el interior por Valls y Montblanc. Habría seguido por Les Borges Blanques, hacia Bellmunt, Tàrrega, Agramunt y Artesa. Después, Segre arriba hacia Oliana, habría atravesado La Cerdanya y cruzado los Pirineos por el collado de la Perxa.

Fuentes:
  • De Bárcino a BCN
  • Fotografía del poblado de Ullastret (Museo de Arqueología de Catalunya)

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